Claves para innovar en marca de forma rentable y gestionar un portafolio sostenible

¡Innovación! Esta es sin duda una de las palabras más repetidas en las reuniones de altos ejecutivos, en las presentaciones de planes de marketing y en las juntas de accionistas. Y los directivos recurren a ella como la palanca fundamental que debe asegurar el crecimiento futuro sostenible de cualquier marca y/o empresa. Pero las preguntas clave que estos mismos directivos deberían hacerse en relación a la innovación son: ¿Realmente la innovación siempre conlleva un incremento de la rentabilidad? ¿Todas las innovaciones generan repercusiones positivas para la compañía? Ésta es la pregunta clave a formular. Ciertamente, la innovación en mercados maduros es extraordinariamente importante. En estos entornos, donde el nivel de competencia es muy alto y además una gran parte de las ofertas son bastante indiferenciadas, la innovación puede ayudarnos a generar una propuesta de valor diferenciada o a crear un nuevo mercado. Ahora bien, la investigación demuestra que la mayoría de innovaciones que se lanzan al mercado no consiguen aportar ninguno de estos dos beneficios y si importantes interferencias al buen funcionamiento de la empresa, así como un daño considerable a su cuenta de resultados.