Resum
En las últimas semanas podíamos leer, en la mayoría de la prensa española, la noticia de que el efecto combinado de la subida del IVA y del creciente paro habían hundido
el consumo de las familias el pasado mes de septiembre; concretamente, este caía un 12,6 % respecto a las cifras de septiembre de 2011. El mismo día, la ministra de Empleo,
Fátima Báñez, declaraba que "estamos saliendo de la crisis";declaración que fue secundada, con un día de diferencia, por personas tan influyentes en la opinión pública como el director del Consejo Empresarial para la Competitividad, Fernando
Casado, o el director general de La Caixa y consejero delegado de Caixa Bank, Juan María Nin. En ninguna de las tres declaraciones se dieron datos que apoyaran dicha
creencia, aunque sí opiniones optimistas del tipo "algo está cambiando" y que los problemas de la economía española son más de "imagen y percepción". Una persona mal pensada podría creer que se está ejecutando un pacto fáctico, desde ciertos estamentos, en la línea de las Self-Fulfilling Expectations (expectativas autocumplidas). Ojalá que funcionen, porque, realmente, la dimensión y profundidad de esta crisis
está erosionando enormemente la situación económica de miles de familias españolas, lo que repercute, a su vez, en miles de pequeños comercios que se ven abocados al cierre
de sus negocios. Y es que el gasto de las familias sigue retrayéndose. El sufrimiento que se está soportando en muchísimos hogares quizá no pueda medirse, pero me ha parecido interesante arrojar un poco más de luz sobre la situación real de las economías domésticas, aprovechando la última publicación de la nueva ola de la Encuesta de Presupuestos Familiares (29 de octubre de 2012).
Idioma original | Anglès |
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Pàgines | 37-55 |
Publicació especialitzada | Informe Económico |
Estat de la publicació | Publicada - 1 de gen. 2013 |