Resum
Nuestro cerebro es lo que nos define. Estamos pasando de las muy desarrolladas tecnologías para la información y la comunicación (conocidas por su acrónimo TIC) a las nuevas tecnologías sobre la información y para la comunicación con el cerebro. Estos avances neurocientíficos se traducen en notables mejoras para la salud de las personas, pero también en bienes de consumo. Dichas tecnologías combinadas con la Inteligencia Artificial (IA), podrían usarse para descifrar y manipular procesos mentales y para aumentar las capacidades cognitivas de las personas conectándolas a las interfaces cerebro-computadora, alterando lo que significa ser humano.
En lo que sigue, expondremos el estado actual de la neurociencia, su impacto jurídico, el examen de las escasas iniciativas legislativas sobre el particular con especial estudio de la propuesta de reforma constitucional chilena de 2020, concluyendo si se hace necesario realizar cambios o adaptar las reglas existentes a las situaciones nuevas. Se trata en definitiva de modular dogmáticamente la respuesta jurídica ante el imparable avance de la neurociencia y cuestionarse si articular una nueva categoría de derechos como los denominados neuroderechos puede ser o no ser la mejor solución.
Idioma original | Anglès |
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Pàgines | 47-74 |
Publicació especialitzada | Revista de derecho y genoma humano: Revista de derecho y genoma humanogenética, biotecnología y medicina avanzada |
Estat de la publicació | Publicada - 1 de des. 2022 |