Resum
Este artículo lanza alguna luz sobre la presencia de China en África, que se ha convertido en un tema de discusión y preocupación en medios políticos de Occidente, especialmente en Europa. China ha ido al continente africano, sobre todo, para conseguir materias primas para la industria y para la alimentación de su creciente clase media. De paso, ha dado salida a su capacidad en obras públicas desarrollando proyectos de infraestructura que se pagarán con petróleo y minerales. Preocupa en Occidente que se dé un trato de favor a las empresas chinas, que no se enfrentan a los gobiernos dictatoriales a quienes ni exigen respeto por los derechos humanos, ni piden transparencia y rendir cuentas de la ayuda que reciben. Los chinos dan créditos fáciles y abundantes, con rápidos desembolsos y sin condicionalidad. Esa manera de proceder puede dar al traste con los esfuerzos de los occidentales para fomentar el buen gobierno, luchar contra la corrupción y fortalecer la democracia. La presencia de China abre interrogantes, pero también ofrece nuevas posibilidades de beneficiar al continente olvidado.
Idioma original | Anglès |
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Pàgines | 52-65 |
Publicació especialitzada | Informe Económico |
Estat de la publicació | Publicada - 1 de maig 2008 |
Publicat externament | Sí |