Resum
El año 2003, en que Lula asumió la presidencia del Brasil, no fue bueno económicamente para el país. El PIB se quedó prácticamente estancado, con una tasa anual de crecimiento del 0,5. Pero después de un año de gobierno de Lula, la economía se había estabilizado y el crecimiento en 2004 fue de un notable 5,2% anual. Los mercados financieros reconocieron la reducción de riesgo que implicaba. El spread de los bonos brasileños descendió a 300 puntos básicos, el nivel del EMBI, en marzo de 2005. La inflación, que había sido un quebradero de cabeza para el gobierno de su predecesor, se redujo a fin del año al 6,6% y se esperaba reducirla por debajo del 6% a lo largo de 2005. Por otra parte, la política fiscal conseguía al final de 2004 el cierre del presupuesto con un excedente "primario" (el que excluye el pago de intereses de la deuda pública) del 4,6% del PIB. Sin embargo, después de casi tres años en el poder, el partido de la izquierda no se ha distinguido mucho de los otros en lo que respecta a la corrupción. Se ha acusado al gobierno del Partido de los Trabajadores de tratar de asegurar el apoyo de los miembros de la coalición de maneras inmorales e ilegales. La acusación de soborno para comprar el apoyo parlamentario es muy seria, y sería suficiente para iniciar un proceso de impeachment (destitución) del presidente, si se pudiera demostrar su implicación en el asunto. La crisis todavía puede empeorar antes de mejorar. Como consecuencia de ello, puede haber todavía turbulencias económicas en Brasil en los próximos meses.
Idioma original | Anglès |
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Pàgines | 72-79 |
Publicació especialitzada | Informe Económico |
Estat de la publicació | Publicada - 1 de nov. 2005 |
Publicat externament | Sí |