TY - BOOK
T1 - Informe económico. Enero 2013
AU - Comajuncosa Ferrer, J.
AU - Laborda Coronil, A.
AU - Parra LlanasXavier, null
PY - 2013/1/1
Y1 - 2013/1/1
N2 - En los últimos meses se han tomado algunas decisiones importantes para alcanzar una solución de la crisis de la zona euro. El Consejo Europeo, con el compromiso de crear un sistema conjunto de supervisión de las entidades financieras europeas, ha iniciado el proceso para la unión bancaria, que a su vez debe ser el primer paso hacia una mayor unión fiscal, entendiendo esta como una cierta garantía conjunta frente a los riesgos de la deuda. También es de gran importancia el cambio de estrategia anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado mes de septiembre. El BCE ha mostrado su disposición a comprar deuda pública de los países con problemas de financiación para disminuir los costes de esta. Además, lo hará sin límite en la cantidad y en el tiempo. Con ello relaja el
paradigma antiinflacionario que había dominado los primeros años de la crisis y reconoce su papel de corresponsable de la estabilidad financiera y económica. La condición fijada por el BCE es que el país en cuestión debe acogerse a un programa de ayuda y firmar un Memorando de Entendimiento, con sus correspondientes condiciones. La economía española seguirá en recesión durante el año 2013 y además debe afrontar importantes compromisos de reducción del déficit público. Dados los elevados costes de financiación de la deuda, el pago de intereses ha aumentado sustancialmente. Si se ahorrara una parte importante de estos intereses, el recorte necesario sobre otros gastos podría ser bastante inferior, con menos costes sociales y un menor impacto sobre la evolución de la actividad.
En este momento, el Gobierno del Estado está sopesando la posibilidad de solicitar el inicio de un plan masivo de compra de deuda por parte del BCE. La relajación de las primas de riesgo desde el anuncio del BCE en septiembre y las necesidades de refinanciación relativamente pequeñas en los últimos meses de 2012 han concedido un espacio de tiempo para poder negociar unas condiciones que no supongan un aumento mucho mayor de la austeridad. Pero si los costes de financiación no se siguen reduciendo, el Gobierno debería tomar la decisión de acogerse a la ayuda europea, para minimizar con ello el coste económico y social del ajuste fiscal.
AB - En los últimos meses se han tomado algunas decisiones importantes para alcanzar una solución de la crisis de la zona euro. El Consejo Europeo, con el compromiso de crear un sistema conjunto de supervisión de las entidades financieras europeas, ha iniciado el proceso para la unión bancaria, que a su vez debe ser el primer paso hacia una mayor unión fiscal, entendiendo esta como una cierta garantía conjunta frente a los riesgos de la deuda. También es de gran importancia el cambio de estrategia anunciado por el Banco Central Europeo (BCE) el pasado mes de septiembre. El BCE ha mostrado su disposición a comprar deuda pública de los países con problemas de financiación para disminuir los costes de esta. Además, lo hará sin límite en la cantidad y en el tiempo. Con ello relaja el
paradigma antiinflacionario que había dominado los primeros años de la crisis y reconoce su papel de corresponsable de la estabilidad financiera y económica. La condición fijada por el BCE es que el país en cuestión debe acogerse a un programa de ayuda y firmar un Memorando de Entendimiento, con sus correspondientes condiciones. La economía española seguirá en recesión durante el año 2013 y además debe afrontar importantes compromisos de reducción del déficit público. Dados los elevados costes de financiación de la deuda, el pago de intereses ha aumentado sustancialmente. Si se ahorrara una parte importante de estos intereses, el recorte necesario sobre otros gastos podría ser bastante inferior, con menos costes sociales y un menor impacto sobre la evolución de la actividad.
En este momento, el Gobierno del Estado está sopesando la posibilidad de solicitar el inicio de un plan masivo de compra de deuda por parte del BCE. La relajación de las primas de riesgo desde el anuncio del BCE en septiembre y las necesidades de refinanciación relativamente pequeñas en los últimos meses de 2012 han concedido un espacio de tiempo para poder negociar unas condiciones que no supongan un aumento mucho mayor de la austeridad. Pero si los costes de financiación no se siguen reduciendo, el Gobierno debería tomar la decisión de acogerse a la ayuda europea, para minimizar con ello el coste económico y social del ajuste fiscal.
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