El maltrato psicológico y la falta de relación paterno filial en el ámbito sucesorio: especial consideración a la (re) interpretación jurisprudencial del art. 853.2 cc.

El maltrato psicológico producido en el núcleo familiar se contempla y se castiga en el ámbito sucesorio a través de las figuras de la indignidad y la desheredación, tanto en el caso de hechos anteriores como posteriores al fallecimiento del causante. A lo hay que añadir que, en cualquier caso, la intimidación como vicio de la voluntad interna aplicable a los negocios jurídicos, podría darse al tiempo de la aceptación o renuncia a cualquier disposición mortis causa, lo cual, según el supuesto, podría conllevar la declaración de ineficacia de éstas, si se dieran las circunstancias necesarias para ello. Este es, como punto de partida del presente trabajo, el tratamiento que la norma hace de figuras clásicas como la amenaza, la intimidación y la violencia que, siguiendo la línea de interpretación, en los últimos años, del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y en pro de la protección de la dignidad de la persona, entiendo pueden reconducirse también al actual maltrato psicológico o bullying en sede sucesoria. Dicho lo cual, el objetivo de mi estudio va a centrarse en concretar el significado y alcance que la nueva interpretación del TS, y en consecuencia la jurisprudencia menor, ha realizado en los últimos años respecto de la figura del maltrato de obra del art. 853.2 cc, incluyendo el maltrato psicológico dentro del mismo, como expresa causa de desheredación, esto es, el encaje y alcance que se debiera dar a la misma en el tratamiento clásico de figuras como la violencia, la intimidación y la amenaza en sede sucesoria. En definitiva, abordar una revisión de los hechos y conductas que, según la última jurisprudencia, se consideran hoy maltrato psicológico o bullying, como modalidad concreta del maltrato de obra y que, a la espera de una sin duda necesaria y reclamada adaptación de nuestro ordenamiento jurídico, puede ofrecernos luz a la hora de conocer la concreta protección que el derecho sucesorio nos aporta en la actualidad respecto de la figura en estudio.