Resum
Pekín ha gestionado con eficiencia su gradual incorporación a la Globalización. Su economía vuela alto y rápido. Creció un 10,3% en 2010 y podría seguir creciendo en torno al 9% en 2011. Es la segunda economía mundial. Pero se plantean interrogantes sobre si el actual nivel del crecimiento chino es sostenible. Es desigual territorialmente e injusto socialmente. Pekín pretende un crecimiento más armonioso. Anuncia cambios estructurales para impulsar el consumo en un mercado interior complejo y asimétrico. Es el leitmotif del 12º Plan Quinquenal chino (2011-2015). Pero no será una tarea fácil. Los ambiciosos planes gubernamentales podrían requerir, para ser eficaces, una mayor apertura política del régimen, algo harto complicado debido a la rigidez institucional del Estado-Partido Comunista Chino que lo controla todo. El gran dilema chino: el sistema autoritario ha hecho crecer rápidamente la economía pero para lograr la plena modernización del país se requerirá, a mi parecer, el disfrute de unas mayores cotas de libertades públicas. Los salarios y los precios suben progresivamente y la sociedad será más urbana y abierta al mundo.
Idioma original | Anglès |
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Pàgines | 55-65 |
Publicació especialitzada | Economía Exterior |
Estat de la publicació | Publicada - 1 de març 2011 |
Publicat externament | Sí |